sábado, 5 de diciembre de 2009

Superficiales.

Tony Wilson: Creo que Shaun Ryder está a la altura de W.B. Yeats como poeta...

Yvette Livesey: ¿Tú crees?

Tony Wilson: Sí, absolutamente. Completamente.

Yvette Livesey: Es increíble, porque todos piensan que es idiota.

Se lo decía un hombre fantástico a una mujer fantástica, en la cama, poco después de conocerse. Esas conversaciones que se tienen en esos momentos. Hacían una pareja excepcional, seguro.

Yo de Tony me lo creo todo. A Tony se le apareció Dios la noche que cerraron The Haçienda, y le dijo que la música de Mick Hucknall - A.K.A. Simply Red - era una mierda. Soy un poco más creyente desde entonces. Tony decía que los músicos de jazz eran lo peor de lo peor, porque disfrutaban más ellos tocando que el público escuchándoles. Estoy contigo, Tony.

Estoy contigo, pero por ahí no paso. Me quedo con Yvette. Shaun Ryder es un marrullero más, como tú o como yo. Es como un niño grande. Un niño muy grande, que desde hace unos años está tremendo eh. Un niño muy grande y marrullero. Shaun Ryder, que daba de comer pan con veneno para ratas a las palomas en los tejados de su Manchester natal. No me fío de Shaun Ryder.

Bueno, vale, igual estoy siendo un poco injusto. Shaun Ryder puede ser así o asao, pero de lo que hablamos es de su escritura, de sus canciones, ¿no? Los Happy Mondays hace tiempo que dejaron la primera fila, pero han dejado un puñado de buenas canciones, como por ejemplo, Kinky Afro.

Afro peligroso, flípalo. Cántanosla, Shaun.


"Son, I'm 30.

I only went with your mother 'cause she's dirty,
and I don't have a decent bone in me.
What you get is just what you see, yeah.

I should, so, I take it free, yeah.
And all the bad preserves be things that feed me.
I never help or give to the needy.

Come on and see me."


"Hijo, tengo 30 años y ni un sólo hueso decente en mi cuerpo. Me fui con tu madre porque es una guarra, qué pasa. Eso es lo que hay chaval."

Shaun Ryder se describe a sí mismo en unas pocas líneas: soy superficial. Seguro que no es lo más bonito que habéis escuchado últimamente. Pero hablamos de poesía, eh. Y la poesía, afortunadamente, desde mediados del siglo XIX, no es lo que era, Baudelaire, Rimbaud, Verlaine y Mallarmé mediantes. La poesía tiene tanto de bello como de sucio. Como nuestras vidas. Shaun Ryder estará hasta los huevos del romanticismo, que para eso ya está el capullo de Mick Hucknall. Él se dedica a cubrir esa otra parcela; la de decir barbaridades sobre la madre de alguien.

Mejor que W.B. Yeats. ¿Qué parcela cubriría W.B.? Pues un montón, porque el bueno de William Butler Yeats escribió sobre casi todo lo que se puede escribir. Sobre cosas sucias y cosas bellas. Sobre la vida mística, que es sobre lo que giraba toda su obra.

También sobre la superficialidad del hombre. Cuéntanos, William.



" Never shall a young man

thrown into despair

by those honey-coloured

ramparts at your ear,

love you for yourself alone

and not for your yellow hair"...






"Nunca un muchacho - lanzado a la desesperación - por esos baluartes - color de miel junto a tu oído, - te amará sólo por ti - y no por tu pelo rubio".

Dedicado a una tal Anne Gregory, una de las muchas mujeres en la vida del poeta. Un poema precioso, la verdad, pero no sé cómo se lo tomaría la tal Anne. Tu pelo me mola. Yeats nos habla de la superficialidad del poeta que ya no escribe cosas bellas, de la superficialidad del hombre, de la superficialidad de Shaun Ryder. Anne Gregory nunca se tomaría en serio el amor de Yeats, el amor del hombre, porque creería que sólo la pueden querer por su físico, por su exterior. Un poema espectacular, y además muy musical -ear, hair-. Tan musical como Kinky Afro, esa mujer que no se creería ni media palabra del marrullero de Shaun, pero que, aún así, se fue con él a la cama.

¿Creéis, como Tony Wilson, que Shaun Ryder está a la altura de W.B. Yeats? Seguramente os quedéis con William. Hacéis bien eh. Él no trataría nunca así a vuestra madre. O sí: tras ser rechazado tres veces por Maud Gonne, su amor de toda la vida, Yeats intenta enamorar nada menos que a Iseult Gonne, la hija de ésta. Cómo se os queda el cuerpo, eh.

No lo conseguirá. Yeats declarará su amor una vez más a Maud, y volverá a ser rechazado.

Grupo De Expertos Solynieve - Claro Y Meridiano



Si os lo dicen roj@s como pimientos, entonces están siendo sincer@s, poco superficiales y además, romántic@s. Qué más se puede pedir.

¡No dejéis de leer a Yeats, que es la pasada amig@s!

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